Día 22 – María, discípula y misionera

31 días con María

Estas meditaciones están disponibles en el libro MARÍA, SIEMPRE CONTIGO. 31 días con la Madre de Jesús, publicado íntegramente en color.

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TEXTO BÍBLICO

«En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lucas 1, 39-40)

REFLEXIÓN Y PREGUNTA

María concibió maravillosamente por obra del Espíritu Santo. Bien podía ella haberse quedado embelesada o parada ante algo tan grande. Pero no. María se pone en camino de prisa hacia la montaña, a ver a su prima Isabel, que espera un bebé. Cuando Dios actúa en el corazón humano, no es para dejarlo parado o embobado, sino para generar un movimiento de salida de sí y de servicio y entrega a los demás. Así vemos a María: siempre cerca de Jesús, como la primera discípula y misionera, y también tras la muerte y resurrección de Jesús junto a los discípulos. Y hoy María, la llena de Dios, sigue siendo misionera 100%: vive volcada en la misión de ser Madre de la Iglesia, de ser tu madre: vive constantemente bendiciéndote, protegiéndote, llevándote de la mano hacia su hijo Jesús. Su ser es misión, su vida es estar al servicio de Dios y de nosotros.

¿Vives tú como María, como discípulo y misionero, en movimiento, vuelto hacia tus hermanos? ¿O estás demasiado encerrado en ti mismo?

ORACIÓN

María, Madre mía, tú eres la mujer siempre en movimiento, verdadera discípula y verdadera misionera. Tú no te quedas parada acariciándote el alma sino que, llena de Dios, vives volcada por guiarnos, sostenernos y cuidarnos. Tómame de la mano y ayúdame a caminar tras tu Hijo con agilidad.

"FLOR" (COMPROMISO)

Hoy quiero traerte, Madre, la flor de mi seguimiento de Jesús, de mi ser misionero; no quiero vivir una fe cómoda, no quiero encerrarme en mí mismo o quedarme parado. Ayúdame, María, a ser misionero de Jesús.

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