Tiempo Ordinario
A continuación puedes encontrar el ‘Evangelio y Reflexión’ correspondientes al Tiempo Ordinario. Haz clic sobre la cita (en color rojo) para ir al contenido.
1ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Lunes de la 1ª Semana del T. Ordinario (Marcos 1, 14-20)
«Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: ‘Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio’. Vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: ‘Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres’»
- Martes de la 1ª Semana del T. Ordinario (Marcos 1, 21b-28)
«Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar: «¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios. Jesús lo increpó: «¡Cállate y sal de él!».
- Miércoles de la 1ª Semana del T. Ordinario (Marcos 1, 29-39)
«La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Le dijeron: ‘Todo el mundo te busca’».
- Jueves de la 1ª Semana del T. Ordinario (Marcos 1, 40-45)
«Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: ‘Si quieres, puedes limpiarme’. Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: ‘Quiero: queda limpio’».
- Viernes de la 1ª Semana del T. Ordinario (Marcos 2, 1-12)
«Vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo por el gentío, levantaron la techumbre encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico».
- Sábado de la 1ª Semana del T. Ordinario (Marcos 2, 13-17)
«Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dice: ‘Sígueme’. Se levantó y lo siguió. Sucedió que, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaban con Jesús y sus discípulos».
2ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 2ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Juan 1, 29-34)
«Al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: ‘Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: tras de mí viene un hombre que está por delante de mí’»
- Domingo de la 2ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Juan 1, 35-42)
«Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: ‘¿Qué buscáis?’. Ellos le contestaron: ‘Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?’. Él les dijo: ‘Venid y veréis’»
- Lunes de la 2ª Semana del T. Ordinario (Marcos 2, 18-22)
«Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: ‘Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?’. Jesús les contesta: ‘¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?’»
- Martes de la 2ª Semana del T. Ordinario (Marcos 2, 23-28)
«Atravesaba Jesús un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas. Los fariseos le preguntan: ‘Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?’»
- Miércoles de la 2ª Semana del T. Ordinario (Marcos 3, 1-6)
«Entró Jesús otra vez en la sinagoga y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo. Les pregunta: ‘¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?’»
- Jueves de la 2ª Semana del T. Ordinario (Marcos 3, 7-12)
«Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar. Acudía mucha gente de Judea, Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío»
- Viernes de la 2ª Semana del T. Ordinario (Marcos 3, 13-19)
«Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con él. E instituyó doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios»
- Sábado de la 2ª Semana del T. Ordinario (Marcos 3, 20-21)
«Llegó Jesús a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí»
3ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 3ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 4, 12-23)
«Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. Les dijo: ‘Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron’»
- Domingo de la 3ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 1, 14-20)
«Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: ‘Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio’. Vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: ‘Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres’»
- Domingo de la 3ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 1, 1-4; 4, 14-21)
«Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido’»
- Lunes de la 3ª Semana del T. Ordinario (Marcos 3, 22-30)
«Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: ‘Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios’. Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: ‘¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir’»
- Martes de la 3ª Semana del T. Ordinario (Marcos 3, 31-35)
«La gente que tenía sentada alrededor le dice: ‘Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan’. Mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: ‘Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre’»
- Miércoles de la 3ª Semana del T. Ordinario (Marcos 4, 1-20)
«Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó enseguida…»
- Jueves de la 3ª Semana del T. Ordinario (Marcos 4, 21-25)
«¿Se trae la lámpara para meterla debajo del celemín o debajo de la cama?, ¿no es para ponerla en el candelero? No hay nada escondido, sino para que sea descubierto. La medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces»
- Viernes de la 3ª Semana del T. Ordinario (Marcos 4, 26-34)
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. La semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra»
- Sábado de la 3ª Semana del T. Ordinario (Marcos 4, 35-41)
«Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole: ‘Maestro, ¿no te importa que perezcamos?’»
4ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 4ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 5, 1-12a)
«Al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: ‘Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos’»
- Domingo de la 4ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 1, 21b-28)
«Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar: ‘¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios’. Jesús lo increpó: ‘¡Cállate y sal de él!’»
- Domingo de la 4ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 4, 21-30)
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio»
- Lunes de la 4ª Semana del T. Ordinario (Marcos 5, 1-20)
«Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo»
- Martes de la 4ª Semana del T. Ordinario (Marcos 5, 21-43)
«Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: ‘Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva’. Se fue con él y lo seguía mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años…»
- Miércoles de la 4ª Semana del T. Ordinario (Marcos 6, 1-6)
«Se dirigió Jesús a su ciudad y lo seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: ‘¿No es este el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón?’ . Les decía: ‘No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa’. No pudo hacer allí ningún milagro»
- Jueves de la 4ª Semana del T. Ordinario (Marcos 6, 7-13)
«Llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja»
- Viernes de la 4ª Semana del T. Ordinario (Marcos 6, 14-29)
«Como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Herodes, al oírlo, decía: ‘Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado’. Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado»
- Sábado de la 4ª Semana del T. Ordinario (Marcos 6, 30-34)
«Él les dijo: ‘Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco’. Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a solas a un lugar desierto»
5ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 5ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 5, 13-16)
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín»
- Domingo de la 5ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 1, 29-39)
«Al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles»
- Domingo de la 5ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 5, 1-11)
«Dijo Jesús a Simón: ‘Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca’. Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: ‘Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador’»
- Lunes de la 5ª Semana del T. Ordinario (Marcos 6, 53-56)
«Apenas desembarcados, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas»
- Martes de la 5ª Semana del T. Ordinario (Marcos 7, 1-13)
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos’. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres»
- Miércoles de la 5ª Semana del T. Ordinario (Marcos 7, 14-23)
«Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre»
- Jueves de la 5ª Semana del T. Ordinario (Marcos 7, 24-30)
«Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. Él le dijo: ‘Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos’»
- Viernes de la 5ª Semana del T. Ordinario (Marcos 7, 31-37)
«Le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la mano. Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: Effetá (esto es, ‘ábrete’)»
- Sábado de la 5ª Semana del T. Ordinario (Marcos 8, 1-10)
«Mandó que la gente se sentara en el suelo y tomando los siete panes, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran»
6ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 6ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 5, 17-37)
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley»
- Domingo de la 6ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 1, 40-45)
«Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: ‘Si quieres, puedes limpiarme’. Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: ‘Quiero: queda limpio’. La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio»
- Domingo de la 6ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 6, 17.20-26)
«Después de bajar Jesús del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo. Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía: ‘Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados’»
- Lunes de la 6ª Semana del T. Ordinario (Marcos 8, 11-13)
«Se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: ‘¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación’»
- Martes de la 6ª Semana del T. Ordinario (Marcos 8, 14-21)
«A los discípulos se les olvidó tomar pan y no tenían más que un pan en la barca. Y él les ordenaba diciendo: ‘Estad atentos, evitad la levadura de los fariseos y de Herodes’»
- Miércoles de la 6ª Semana del T. Ordinario (Marcos 8, 22-26)
«Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Y le trajeron a un ciego pidiéndole que lo tocase. Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: ‘¿Ves algo?’. Levantando los ojos dijo: ‘Veo hombres, me parecen árboles, pero andan’»
- Jueves de la 6ª Semana del T. Ordinario (Marcos 8, 27-33)
«Por el camino preguntó a sus discípulos: ‘¿Quién dice la gente que soy yo?’. Ellos le contestaron: ‘Unos, Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas’. Él les preguntó: ‘Y vosotros, ¿quién decís que soy?’. Tomando la palabra Pedro le dijo: ‘Tú eres el Mesías’»
- Viernes de la 6ª Semana del T. Ordinario (Marcos 8, 34 – 9,1)
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?»
- Sábado de la 6ª Semana del T. Ordinario (Marcos 9, 2-13)
«Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús»
7ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 7ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 5, 38-48)
«Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo, diente por diente’. Pero yo os digo: si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra. Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo’. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen»
- Domingo de la 7ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 6, 27-38)
«Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante»
- Lunes de la 7ª Semana del T. Ordinario (Marcos 9, 14-29)
«Uno de la gente le contestó: ‘Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no lo deja hablar; y cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que lo echen y no han sido capaces’»
- Martes de la 7ª Semana del T. Ordinario (Marcos 9, 30-37)
«Se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado»»
- Miércoles de la 7ª Semana del T. Ordinario (Marcos 9, 38-40)
«En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: ‘Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros’. Jesús respondió: ‘No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro’»
- Jueves de la 7ª Semana del T. Ordinario (Marcos 9, 41-50)
«El que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salaréis?»
- Viernes de la 7ª Semana del T. Ordinario (Marcos 10, 1-12)
«Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre»
- Sábado de la 7ª Semana del T. Ordinario (Marcos 10, 13-16)
«Acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: ‘Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios’»
8ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 8ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 6, 39-45)
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto. El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca»
- Lunes de la 8ª Semana del T. Ordinario (Marcos 10, 17-27)
«Cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme»»
- Martes de la 8ª Semana del T. Ordinario (Marcos 10, 28-31)
«Pedro se puso a decir a Jesús: ‘Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido’. Jesús dijo: ‘En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más y en la edad futura, vida eterna’»
- Miércoles de la 8ª Semana del T. Ordinario (Marcos 10, 32-45)
«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos»
- Jueves de la 8ª Semana del T. Ordinario (Marcos 10, 46-52)
«Jesús le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego le contestó: «Rabbuní, que recobre la vista». Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha salvado». Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino»
- Viernes de la 8ª Semana del T. Ordinario (Marcos 11, 11-25)
«Llegaron a Jerusalén y, entrando en el templo, se puso a echar a los que vendían y compraban en el templo, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas»
- Sábado de la 8ª Semana del T. Ordinario (Marcos 11, 27-33)
«Se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le decían: ‘¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad para hacer esto?’. Jesús les replicó: ‘Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto’»
9ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Lunes de la 9ª Semana del T. Ordinario (Marcos 12, 1-12)
Parábola de los viñadores homicidas: ‘Un hombre plantó una viña…’»
- Martes de la 9ª Semana del T. Ordinario (Marcos 12, 13-17)
«’¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?’. Adivinando su hipocresía, les replicó: ‘¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea’. Se lo trajeron. Y él les preguntó: ‘¿De quién es esta imagen y esta inscripción?’. Le contestaron: ‘Del César’. Jesús les replicó: ‘Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’»
- Miércoles de la 9ª Semana del T. Ordinario (Marcos 12, 18-27)
«Cuando resuciten, ni los hombres se casarán ni las mujeres serán dadas en matrimonio, serán como ángeles del cielo. Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: ‘Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob’? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados»
- Jueves de la 9ª Semana del T. Ordinario (Marcos 12, 28b-34)
«Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: ‘¿Qué mandamiento es el primero de todos?’. Respondió Jesús: ‘El primero es: Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos’»
- Viernes de la 9ª Semana del T. Ordinario (Marcos 12, 35-37)
«Jesús preguntó: ‘¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?’. Una muchedumbre numerosa le escuchaba a gusto»
- Sábado de la 9ª Semana del T. Ordinario (Marcos 12, 38-44)
«’¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje… Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas… En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie’»
10ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 10ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 3, 20-35)
«Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios». El los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir»»
- Lunes de la 10ª Semana del T. Ordinario (Mateo 5, 1-12)
«Al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos…»
- Martes de la 10ª Semana del T. Ordinario (Mateo 5, 13-16)
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? Vosotros sois la luz del mundo. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos»
- Miércoles de la 10ª Semana del T. Ordinario (Mateo 5, 17-19)
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley»
- Jueves de la 10ª Semana del T. Ordinario (Mateo 5, 20-26)
«Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano»
- Viernes de la 10ª Semana del T. Ordinario (Mateo 5, 27-32)
«Habéis oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio’. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala»
- Sábado de la 10ª Semana del T. Ordinario (Mateo 5, 33-37)
«Habéis oído que se dijo a los antiguos: ‘No jurarás en falso’ y ‘Cumplirás tus juramentos al Señor’. Pero yo os digo que no juréis en absoluto. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no»
11ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 11ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 9, 36 – 10, 8)
«Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies». Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia… Gratis habéis recibido, dad gratis»
- Domingo de la 11ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 4, 26-34)
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. La semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra»
- Lunes de la 11ª Semana del T. Ordinario (Mateo 5, 38-42)
«Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo, diente por diente’. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra…»
- Martes de la 11ª Semana del T. Ordinario (Mateo 5, 43-48)
«Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto»
- Miércoles de la 11ª Semana del T. Ordinario (Mateo 6, 1-6.16-18)
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará»
- Jueves de la 11ª Semana del T. Ordinario (Mateo 6, 7-15)
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así: ‘Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre’»
- Viernes de la 11ª Semana del T. Ordinario (Mateo 6, 19-23)
«No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra. Haceos tesoros en el cielo. Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; pero si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras»
- Sábado de la 11ª Semana del T. Ordinario (Mateo 6, 24-34)
«No estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura»
12ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 12ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 10, 26-33)
«No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. ¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. No tengáis miedo: valéis más vosotros que muchos gorriones. A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre»
- Domingo de la 12ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 4, 35-41)
«Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole: ‘Maestro, ¿no te importa que perezcamos?’»
- Lunes de la 12ª Semana del T. Ordinario (Mateo 7, 1-5)
«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque seréis juzgados como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?»
- Martes de la 12ª Semana del T. Ordinario (Mateo 7, 6.12-14)
«No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos. Todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas. Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición»
- Miércoles de la 12ª Semana del T. Ordinario (Mateo 7, 15-20)
«Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. Todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos»
- Jueves de la 12ª Semana del T. Ordinario (Mateo 7, 21-29)
«El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca»
- Viernes de la 12ª Semana del T. Ordinario (Mateo 8, 1-4)
«Se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: ‘Señor, si quieres, puedes limpiarme’. Extendió la mano y lo tocó diciendo: ‘Quiero, queda limpio’. Y enseguida quedó limpio de la lepra»
- Sábado de la 12ª Semana del T. Ordinario (Mateo 8, 5-17)
«Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: ‘Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho’. Le contestó: ‘Voy yo a curarlo’. Pero el centurión le replicó: ‘Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano’. Al llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a su suegra en cama con fiebre; le tocó su mano y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirle»
13ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 13ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 10, 37-42)
«El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará. El que os recibe a vosotros, me recibe a mí»
- Domingo de la 13ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 5, 21-43)
«Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: ‘Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva’. Entró Jesús donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: Talitha qumi (que significa: ‘Contigo hablo, niña, levántate’). La niña se levantó inmediatamente y echó a andar».
- Domingo de la 13ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 9, 51-62)
«Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron: ‘Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?’. Él se volvió y los regañó. Mientras iban de camino, le dijo uno: ‘Te seguiré adondequiera que vayas’. Jesús le respondió: ‘Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza’».
- Lunes de la 13ª Semana del T. Ordinario (Mateo 8, 18-22)
«Se le acercó un escriba y le dijo: ‘Maestro, te seguiré adonde vayas’. Jesús le respondió: ‘Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza’. Otro, que era de los discípulos, le dijo: ‘Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre’. Jesús le replicó: ‘Tú, sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos’».
- Martes de la 13ª Semana del T. Ordinario (Mateo 8, 23-27)
«Se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole: ‘¡Señor, sálvanos, que perecemos!’. Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma»
- Miércoles de la 13ª Semana del T. Ordinario (Mateo 8, 28-34)
«Llegó Jesús a la región de los gadarenos. Desde los sepulcros dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: ‘¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Hijo de Dios?’».
- Jueves de la 13ª Semana del T. Ordinario (Mateo 9, 1-8)
«Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: ‘¡Ánimo, hijo!, tus pecados te son perdonados. Para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados —entonces dice al paralítico—: Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa’».
- Viernes de la 13ª Semana del T. Ordinario (Mateo 9, 9-13)
«Vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: ‘Sígueme’. Él se levantó y lo siguió. Jesús dijo: ‘No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa ‘Misericordia quiero y no sacrificios’: que no he venido a llamar a justos sino a pecadores’».
- Sábado de la 13ª Semana del T. Ordinario (Mateo 9, 14-17)
«Los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole: ‘¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?’. Jesús les dijo: ‘¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? El vino nuevo se echa en odres nuevos’».
14ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 14ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 11, 25-30)
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños.V enid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera»
- Domingo de la 14ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 6, 1-6)
«Se dirigió Jesús a su ciudad y lo seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: ‘¿No es este el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón?’ . Les decía: ‘No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa’. No pudo hacer allí ningún milagro»
- Lunes de la 14ª Semana del T. Ordinario (Mateo 9, 18-26)
«Se acercó un jefe de los judíos que se arrodilló ante él y le dijo: ‘Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, impón tu mano sobre ella y vivirá’. Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos. Entre tanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto»
- Martes de la 14ª Semana del T. Ordinario (Mateo 9, 32-38)
«Llevaron a Jesús un endemoniado mudo. Y después de echar al demonio, el mudo habló. La gente decía admirada: ‘Nunca se ha visto en Israel cosa igual’. En cambio, los fariseos decían: ‘Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios»’. Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia»
- Miércoles de la 14ª Semana del T. Ordinario (Mateo 10, 1-7)
«Llamó Jesús a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia. Los envió Jesús con estas instrucciones: ‘Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos’»
- Jueves de la 14ª Semana del T. Ordinario (Mateo 10, 7-15)
«Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis. No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón. Al entrar en una casa, saludadla con la paz»
- Viernes de la 14ª Semana del T. Ordinario (Mateo 10, 16-23)
«Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos. El Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. El que persevere hasta el final, se salvará»
- Sábado de la 14ª Semana del T. Ordinario (Mateo 10, 24-33)
«Si al dueño de casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna»
15ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 15ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 13, 1-23)
«’Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron…’. Se le acercaron los discípulos y le preguntaron: ‘¿Por qué les hablas en parábolas?’. Él les contestó: ‘A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de los cielos. Bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen’»
- Domingo de la 15ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 6, 7-13)
«Llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja»
- Lunes de la 15ª Semana del T. Ordinario (Mateo 10, 34 – 11, 1)
«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz, sino espada. El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará. El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa»
- Martes de la 15ª Semana del T. Ordinario (Mateo 11, 20-24)
«Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo»
- Miércoles de la 15ª Semana del T. Ordinario (Mateo 11, 25-27)
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar»
- Jueves de la 15ª Semana del T. Ordinario (Mateo 11, 28-30)
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera»
- Viernes de la 15ª Semana del T. Ordinario (Mateo 12, 1-8)
«Atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: ‘Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado’. Les replicó: «Aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa ‘quiero misericordia y no sacrificio’, no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado’»
- Sábado de la 15ª Semana del T. Ordinario (Mateo 12, 14-21)
«Los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos lo siguieron. Él los curó a todos. Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías: ‘Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, en quien me complazco. Sobre él pondré mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, nadie escuchará su voz por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará’»
16ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 16ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 13, 24-43)
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas. Se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta»
- Domingo de la 16ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 6, 30-34)
«Jesús dijo a los apóstoles: ‘Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco’. Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor»
- Lunes de la 16ª Semana del T. Ordinario (Mateo 12, 38-42)
«Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. La reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón»
- Martes de la 16ª Semana del T. Ordinario (Mateo 12, 46-50)
«Su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él. Uno se lo avisó: ‘Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo’. Pero él contestó al que le avisaba: ‘Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre’»
- Miércoles de la 16ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 1-9)
«Les habló Jesús muchas cosas en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso»»
- Jueves de la 16ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 10-17)
«A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender»
- Viernes de la 16ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 18-23)
«Oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón… Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno»
- Sábado de la 16ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 24-30)
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña»
17ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 17ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 13, 44-52)
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo. Se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces. Un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo»
- Domingo de la 17ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Juan 6, 1-15)
«Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo»»
- Domingo de la 17ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 11, 1-13)
«Cuando oréis, decid: ‘Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación’. Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá»
- Lunes de la 17ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 31-35)
«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas. El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta»
- Martes de la 17ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 36-43)
«Los discípulos se le acercaron a decirle: ‘Explícanos la parábola de la cizaña en el campo’. Él les contestó: ‘El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el final de los tiempos y los segadores los ángeles’»
- Miércoles de la 17ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 44-46)
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra»
- Jueves de la 17ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 47-53)
«El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo»
- Viernes de la 17ª Semana del T. Ordinario (Mateo 13, 54-58)
«Fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en su sinagoga. La gente decía admirada: ‘¿De dónde saca este esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero?’. Jesús les dijo: ‘Solo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta’. Y no hizo allí muchos milagros, por su falta de fe»
- Sábado de la 17ª Semana del T. Ordinario (Mateo 14, 1-12)
«Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le era lícito vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta»
18ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 18ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 14, 13-21)
«Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras»
- Domingo de la 18ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Juan 6, 24-35)
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios»
- Domingo de la 18ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 12, 13-21)
«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: ‘¿Qué haré? Me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente’»
- Lunes de la 18ª Semana del T. Ordinario (Mateo 14, 13-21)
«Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras»
- Lunes de la 18ª Semana del T. Ordinario (Mateo 14, 22-36) (Solo para el Ciclo A)
«Se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: ‘¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!’. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ‘¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?’»
- Martes de la 18ª Semana del T. Ordinario (Mateo 14, 22-36)
«Se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: ‘¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!’. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ‘¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?’»
- Martes de la 18ª Semana del T. Ordinario (Mateo 15, 1-2.10-14) (Solo para el Ciclo A)
«Se acercaron a Jesús unos fariseos y escribas de Jerusalén y le preguntaron: ‘¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de nuestros mayores y no se lavan las manos antes de comer?’. Llamando a la gente, les dijo Jesús: ‘Escuchad y entended: no mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre’. ‘Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo’»
- Miércoles de la 18ª Semana del T. Ordinario (Mateo 15, 21-28)
«En aquel tiempo, Jesús salió y se retiró a la región de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: ‘Ten compasión de mí, Señor Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo’. Él le contestó: ‘No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos’»
- Jueves de la 18ª Semana del T. Ordinario (Mateo 16, 13-23)
«Jesús preguntó a sus discípulos: ‘¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?’. Ellos contestaron: ‘Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas’. Él les preguntó: ‘Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?’. Simón Pedro tomó la palabra y dijo: ‘Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo’»
- Viernes de la 18ª Semana del T. Ordinario (Mateo 16, 24-28)
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. ¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?»
- Sábado de la 18ª Semana del T. Ordinario (Mateo 17, 14-19)
«Se acercó a Jesús un hombre que, de rodillas, le dijo: ‘Señor, ten compasión de mi hijo que es lunático y sufre mucho: muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos y no han sido capaces de curarlo’. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: ‘¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?’. Les contestó: ‘Por vuestra poca fe. En verdad os digo que, si tuvierais fe como un grano de mostaza, le diríais a aquel monte: Trasládate desde ahí hasta aquí, y se trasladaría. Nada os sería imposible’»
19ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 19ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 14, 22-33)
«Se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: ‘¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!’. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse»
- Domingo de la 19ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Juan 6, 41-51)
«Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. El que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre»
- Lunes de la 19ª Semana del T. Ordinario (Mateo 17, 22-27)
«Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ‘¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?’. Contestó: ‘A los extraños’. Jesús le dijo: ‘Entonces, los hijos están exentos’»
- Martes de la 19ª Semana del T. Ordinario (Mateo 18, 1-5.10.12-14)
«Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí. Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida?»
- Miércoles de la 19ª Semana del T. Ordinario (Mateo 18, 15-20)
«Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos. Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos»
- Jueves de la 19ª Semana del T. Ordinario (Mateo 18, 21 – 19, 1)
«Se acercó Pedro a Jesús y le preguntó: ‘Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?’. Jesús le contesta: ‘No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos…’»
- Viernes de la 19ª Semana del T. Ordinario (Mateo 19, 3-12)
«’¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: ‘Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne’? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre’. Yo os digo que, si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio»
- Sábado de la 19ª Semana del T. Ordinario (Mateo 19, 13-15)
«Le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban. Jesús dijo: ‘Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos’»
20ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 20ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 15, 21-28)
«Una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: ‘Ten compasión de mí, Señor Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo’. Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: ‘Atiéndela, que viene detrás gritando’. Él les contestó: ‘Solo he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel’»
- Domingo de la 20ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Juan 6, 51-58)
«Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día»
- Domingo de la 20ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 12, 49-53)
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división»
- Lunes de la 20ª Semana del T. Ordinario (Mateo 19, 16-22)
«Se acercó uno a Jesús y le preguntó: ‘Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?’. Jesús le contestó: «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos’. El joven le dijo: ‘Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?’. Jesús le contestó: ‘Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres —así tendrás un tesoro en el cielo— y luego ven y sígueme’. Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico»
- Martes de la 20ª Semana del T. Ordinario (Mateo 19, 23-30)
«En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos. Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros»
- Miércoles de la 20ª Semana del T. Ordinario (Mateo 20, 1-16)
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido’»
- Jueves de la 20ª Semana del T. Ordinario (Mateo 22, 1-14)
«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir: ‘La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda’. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?’»
- Viernes de la 20ª Semana del T. Ordinario (Mateo 22, 34-40)
«Un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: ‘Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?’. Él le dijo: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas’»
- Sábado de la 20ª Semana del T. Ordinario (Mateo 23, 1-12)
«Haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros. Todo lo que hacen es para que los vea la gente. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar rabbí, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido»
21ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 21ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 16, 13-20)
«Jesús preguntó a sus discípulos: ‘¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?’. Ellos contestaron: ‘Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas’. Él les preguntó: ‘Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?’. Simón Pedro tomó la palabra y dijo: ‘Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo’. Jesús le respondió: ‘Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia’»
- Domingo de la 21ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Juan 6, 60-69)
«Jesús les dijo a los Doce: ‘¿También vosotros queréis marcharos?’. Simón Pedro le contestó: ‘Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios’»
- Domingo de la 21ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 13, 22-30)
«Uno le preguntó: ‘Señor, ¿son pocos los que se salvan?’. Él les dijo: ‘Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán’»
- Lunes de la 21ª Semana del T. Ordinario (Mateo 23, 13-22)
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, guías ciegos!»
- Martes de la 21ª Semana del T. Ordinario (Mateo 23, 23-26)
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno!».
- Miércoles de la 21ª Semana del T. Ordinario (Mateo 23, 27-32)
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: ‘Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas’!».
- Jueves de la 21ª Semana del T. Ordinario (Mateo 24, 42-51)
«Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Quién es el criado fiel y prudente, a quien el señor encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Bienaventurado ese criado, si el señor, al llegar, lo encuentra portándose así».
- Viernes de la 21ª Semana del T. Ordinario (Mateo 25, 1-13)
«Se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: ‘¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!’».
- Sábado de la 21ª Semana del T. Ordinario (Mateo 25, 14-30)
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos»
22ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 22ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 16, 21-27)
«Comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: ‘¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte’. Jesús se volvió y dijo a Pedro: ‘¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios’»
- Domingo de la 22ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 7, 1-8.14-15.21-23)
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos’. Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre»
- Domingo de la 22ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 14, 1. 7-14)
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado»
- Lunes de la 22ª Semana del T. Ordinario (Lucas 4, 16-30)
«Fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor’. Y él comenzó a decirles: ‘Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír’»
- Martes de la 22ª Semana del T. Ordinario (Lucas 4, 31-37)
«Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad. Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz: ‘¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios’. Pero Jesús le increpó diciendo: ‘¡Cállate y sal de él!’»
- Miércoles de la 22ª Semana del T. Ordinario (Lucas 4, 38-44)
«La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le rogaron por ella. Él, inclinándose sobre ella, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, todos cuantos tenían enfermos con diversas dolencias se los llevaban, y él, imponiendo las manos sobre cada uno, los iba curando»
- Jueves de la 22ª Semana del T. Ordinario (Lucas 5, 1-11)
«Dijo Jesús a Simón: ‘Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca’. Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: ‘Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador’»
- Viernes de la 22ª Semana del T. Ordinario (Lucas 5, 33-39)
«¿Acaso podéis hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está con ellos? Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque, si lo hace, el nuevo se rompe y al viejo no le cuadra la pieza del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos: porque, si lo hace, el vino nuevo reventará los odres y se derramará, y los odres se estropearán. A vino nuevo, odres nuevos»
- Sábado de la 22ª Semana del T. Ordinario (Lucas 6, 1-5)
«Un sábado, iba él caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos. Unos fariseos dijeron: ‘¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?’»
23ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 23ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 18, 15-20)
«Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos. Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos»
- Domingo de la 23ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 7, 31-37)
«Le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la mano. Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: Effetá (esto es, ‘ábrete’)»
- Domingo de la 23ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 14, 25-33)
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío»
- Lunes de la 23ª Semana del T. Ordinario (Lucas 6, 6-11)
«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?». Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo: ‘Extiende tu mano’»
- Martes de la 23ª Semana del T. Ordinario (Lucas 6, 12-19)
«Llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles»
- Miércoles de la 23ª Semana del T. Ordinario (Lucas 6, 20-26)
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo»
- Jueves de la 23ª Semana del T. Ordinario (Lucas 6, 27-38)
«Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. A quien te pide, dale. Y como queráis que la gente se porte con vosotros, de igual manera portaos con ella. Pues, si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Haced el bien y prestad sin esperar nada. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará»
- Viernes de la 23ª Semana del T. Ordinario (Lucas 6, 39-42)
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?»
- Sábado de la 23ª Semana del T. Ordinario (Lucas 6, 43-49)
«No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno. El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca. Todo el que viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, se parece a uno que edificó una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo derribarla, porque estaba sólidamente construida»
24ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 24ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 18, 21-35)
«Acercándose Pedro a Jesús le preguntó: ‘Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?’. Jesús le contesta: ‘No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados’»
- Domingo de la 24ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 8, 27-35)
«Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos le contestaron: «Unos, Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?». Tomando la palabra Pedro le dijo: «Tú eres el Mesías»»
- Domingo de la 24ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 15, 1-32)
«’¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra?’. También les dijo: ‘Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte que me toca de la fortuna’»
- Lunes de la 24ª Semana del T. Ordinario (Lucas 7, 1-10)
Jesús sana al cirado del centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo»
- Martes de la 24ª Semana del T. Ordinario (Lucas 7, 11-17)
Jesús revive al hijo de la viuda de Naín: «¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!»
- Miércoles de la 24ª Semana del T. Ordinario (Lucas 7, 31-35)
«¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de: ‘Hemos tocado la flauta y no habéis bailado’. Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: ‘Tiene un demonio’; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: ‘Mirad qué hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores’»
- Jueves de la 24ª Semana del T. Ordinario (Lucas 7, 36-50)
«Una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino trayendo un frasco de alabastro lleno de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con las lágrimas… ‘Sus muchos pecados han quedado perdonados, porque ha amado mucho, pero al que poco se le perdona, ama poco’»
- Viernes de la 24ª Semana del T. Ordinario (Lucas 8, 1-3)
«Iba Jesús caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce, y por algunas mujeres»
- Sábado de la 24ª Semana del T. Ordinario (Lucas 8, 4-15)
«Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros del cielo se lo comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, y, después de brotar, se secó por falta de humedad. Otra parte cayó entre abrojos, y los abrojos, creciendo al mismo tiempo, la ahogaron. Y otra parte cayó en tierra buena, y, después de brotar, dio fruto al ciento por uno»
25ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 25ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 20, 1-16)
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo…»
- Domingo de la 25ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 9, 30-37)
«Se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado»»
- Domingo de la 25ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 16, 1-13)
Parábola del administrador astuto: «Ningún siervo puede servir a dos señores… No podéis servir a Dios y al dinero»
- Lunes de la 25ª Semana del T. Ordinario (Lucas 8, 16-18)
«Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero»
- Martes de la 25ª Semana del T. Ordinario (Lucas 8, 19-21)
«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen»
- Miércoles de la 25ª Semana del T. Ordinario (Lucas 9, 1-6)
«Habiendo convocado Jesús a los Doce, los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: ‘No llevéis nada para el camino…’»
- Jueves de la 25ª Semana del T. Ordinario (Lucas 9, 7-9)
«Unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías»
- Viernes de la 25ª Semana del T. Ordinario (Lucas 9, 18-22)
«Jesús les preguntó: ‘¿Quién dice la gente que soy yo?’. Pedro respondió: ‘El Mesías de Dios’»
- Sábado de la 25ª Semana del T. Ordinario (Lucas 9, 43-45)
«Dijo Jesús a sus discípulos: ‘Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres’»
26ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 26ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 21, 28-32)
«Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: ‘Hijo, ve hoy a trabajar en la viña’. Él le contestó: ‘No quiero’. Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: ‘Voy, señor’. Pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre? Contestaron: ‘El primero’. Jesús les dijo: En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios»
- Domingo de la 26ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 9, 38-43. 45. 47-48)
«El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la gehenna, al fuego que no se apaga»
- Domingo de la 26ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 16, 19-31)
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas»
- Lunes de la 26ª Semana del T. Ordinario (Lucas 9, 46-50)
«Se suscitó entre ellos una discusión sobre quién sería el más importante. Entonces Jesús tomó de la mano a un niño y les dijo: ‘El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí’»
- Martes de la 26ª Semana del T. Ordinario (Lucas 9, 51-56)
«Santiago y Juan, discípulos de Jesús, le dijeron: ‘Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?’»
- Miércoles de la 26ª Semana del T. Ordinario (Lucas 9, 57-62)
«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza. Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios»
- Jueves de la 26ª Semana del T. Ordinario (Lucas 10, 1-12)
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. ¡Poneos en camino!»
- Viernes de la 26ª Semana del T. Ordinario (Lucas 10, 13-16)
«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido»
- Sábado de la 26ª Semana del T. Ordinario (Lucas 10, 17-24)
«Los setenta y dos volvieron con alegría. Él les dijo: ‘Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. No estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo’. Se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo: «’e doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños’. Y les dijo aparte: ‘¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis!’»
27ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 27ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 21, 33-43)
«Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían…Y Jesús les dice: ‘¿No habéis leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular?’»
- Domingo de la 27ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 10, 2-16)
«Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre»
- Domingo de la 27ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 17, 5-10)
«Los apóstoles le dijeron al Señor: ‘Auméntanos la fe’. El Señor dijo: ‘Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y os obedecería»
- Lunes de la 27ª Semana del T. Ordinario (Lucas 10, 25-37)
Parábola del Buen Samaritano: «Se levantó un maestro de la ley y le preguntó para ponerlo a prueba: ‘Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?’… Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús: ‘¿Y quién es mi prójimo?’»
- Martes de la 27ª Semana del T. Ordinario (Lucas 10, 38-42)
«Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios»
- Miércoles de la 27ª Semana del T. Ordinario (Lucas 11, 1-4)
«Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: ‘Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos’. Él les dijo: ‘Cuando oréis, decid: Padre…».
- Jueves de la 27ª Semana del T. Ordinario (Lucas 11, 5-13)
«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’… pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá».
- Viernes de la 27ª Semana del T. Ordinario (Lucas 11, 15-26)
«Habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: ‘Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios’. Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo».
- Sábado de la 27ª Semana del T. Ordinario (Lucas 11, 27-28)
«Una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: ‘Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron’. Pero él dijo: ‘Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen’».
28ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 28ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 22, 1-14)
«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados: ‘Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda’. Pero ellos no hicieron caso»
- Domingo de la 28ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 10, 17-30)
«Cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme»»
- Domingo de la 28ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 17, 11-19)
«Una vez, yendo camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: ‘Jesús, maestro, ten compasión de nosotros’»
- Lunes de la 28ª Semana del T. Ordinario (Lucas 11, 29-32)
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación»
- Martes de la 28ª Semana del T. Ordinario (Lucas 11, 37-41)
«Un fariseo le rogó que fuese a comer con él. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: ‘Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosáis de rapiña y maldad. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Con todo, dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo’»
- Miércoles de la 28ª Semana del T. Ordinario (Lucas 11, 42-46)
«¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de hortalizas, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios!»
- Jueves de la 28ª Semana del T. Ordinario (Lucas 11, 47-54)
«¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron vuestros padres! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis mausoleos»
- Viernes de la 28ª Semana del T. Ordinario (Lucas 12, 1-7)
«Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la gehenna. ¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo de ellos se olvida Dios. Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados»
- Sábado de la 28ª Semana del T. Ordinario (Lucas 12, 8-12)
«Os digo que todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios»
29ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 29ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 22, 15-21)
«Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron: ‘Dinos qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?’. Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús, les preguntó: ‘¿De quién son esta imagen y esta inscripción?’. Le respondieron: ‘Del César’. Entonces les replicó: ‘Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’»
- Domingo de la 29ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 10, 35-45)
«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos»
- Domingo de la 29ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 18, 1-8)
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: ‘Hazme justicia frente a mi adversario’. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia’»
- Lunes de la 29ª Semana del T. Ordinario (Lucas 12, 13-21)
«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: ‘¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha’»
- Martes de la 29ª Semana del T. Ordinario (Lucas 12, 35-38)
«Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela»
- Miércoles de la 29ª Semana del T. Ordinario (Lucas 12, 39-48)
«Estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. Si aquel criado dijere para sus adentros: ‘Mi señor tarda en llegar’, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor»
- Jueves de la 29ª Semana del T. Ordinario (Lucas 12, 49-53)
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división»
- Viernes de la 29ª Semana del T. Ordinario (Lucas 12, 54-59)
«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: ‘Va a caer un aguacero’, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: ‘Va a hacer bochorno’, y sucede. Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?»
- Sábado de la 29ª Semana del T. Ordinario (Lucas 13, 1-9)
«’Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera»
30ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 30ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 22, 34-40)
«Un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: ‘Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?’. Él le dijo: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas’»
- Domingo de la 30ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 10, 46-52)
«Un mendigo ciego, Bartimeo (el hijo de Timeo), estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: ‘Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí’»
- Domingo de la 30ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 18, 9-14)
«Dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás: ‘Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano…’»
- Lunes de la 30ª Semana del T. Ordinario (Lucas 13, 10-17)
«Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún modo. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: ‘Mujer, quedas libre de tu enfermedad’»
- Martes de la 30ª Semana del T. Ordinario (Lucas 13, 18-21)
«¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza… Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina»
- Miércoles de la 30ª Semana del T. Ordinario (Lucas 13, 22-30)
«Uno le preguntó: ‘Señor, ¿son pocos los que se salvan?’. Él les dijo: ‘Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán’»
- Jueves de la 30ª Semana del T. Ordinario (Lucas 13, 31-35)
«¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas»
- Viernes de la 30ª Semana del T. Ordinario (Lucas 14, 1-6)
«Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la ley y a los fariseos: ‘¿Es lícito curar los sábados, o no?’. Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó»
- Sábado de la 30ª Semana del T. Ordinario (Lucas 14, 1. 7-11)
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido»
31ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 31ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 23, 1-12)
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar»
- Domingo de la 31ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 12, 28b-34)
«Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: ‘¿Qué mandamiento es el primero de todos?’. Respondió Jesús: ‘El primero es: Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que estos’»
- Domingo de la 31ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 19, 1-10)
«Entró Jesús en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura»
- Lunes de la 31ª Semana del T. Ordinario (Lucas 14, 12-14)
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos»
- Lunes de la 31ª Semana del T. Ordinario (Lucas 14, 12-14)
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos»
- Martes de la 31ª Semana del T. Ordinario (Lucas 14, 15-24)
«Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó a su criado a avisar a los convidados: ‘Venid, que ya está preparado’. Pero todos a una empezaron a excusarse… Entonces el dueño de casa, indignado, dijo a su criado: ‘Sal aprisa a las plazas y calles de la ciudad y tráete aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos’»
- Miércoles de la 31ª Semana del T. Ordinario (Lucas 14, 25-33)
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. ¿Quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos…? ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil?»
- Jueves de la 31ª Semana del T. Ordinario (Lucas 15, 1-10)
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra?»
- Jueves de la 31ª Semana del T. Ordinario (Lucas 15, 1-10)
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra?»
- Viernes de la 31ª Semana del T. Ordinario (Lucas 16, 1-8)
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando’»
- Sábado de la 31ª Semana del T. Ordinario (Lucas 16, 9-15)
«El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Ningún siervo puede servir a dos señores. No podéis servir a Dios y al dinero»
32ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 32ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 25, 1-13)
«Se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes»
- Domingo de la 32ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 12, 38-44)
«’¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje… Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas… En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie’»
- Domingo de la 32ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 20, 27-38)
«Se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús: ‘Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano’»
- Lunes de la 32ª Semana del T. Ordinario (Lucas 17, 1-6)
«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay de quien los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar»
- Martes de la 32ª Semana del T. Ordinario (Lucas 17, 7-10)
«¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: ‘Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer’»
- Miércoles de la 32ª Semana del T. Ordinario (Lucas 17, 11-19)
«Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: ‘Jesús, maestro, ten compasión de nosotros’»
- Jueves de la 32ª Semana del T. Ordinario (Lucas 17, 20-25)
«Preguntaron los fariseos a Jesús: ‘¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?’. Él les contestó: ‘El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán: Está aquí o Está allí, porque, mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros’»
- Viernes de la 32ª Semana del T. Ordinario (Lucas 17, 26-37)
«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. Como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos»
- Sábado de la 32ª Semana del T. Ordinario (Lucas 18, 1-8)
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: ‘Hazme justicia frente a mi adversario’. Se dijo a sí mismo: ‘Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia’»
33ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 33ª Semana del T. Ordinario – Ciclo A (Mateo 25, 14-30)
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos»
- Domingo de la 33ª Semana del T. Ordinario – Ciclo B (Marcos 13, 24-32)
«Verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y gloria; enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Aprended de esta parábola de la higuera…»
- Domingo de la 33ª Semana del T. Ordinario – Ciclo C (Lucas 21, 5-19)
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida. Que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: ‘Yo soy’, o bien: ‘Está llegando el tiempo’; no vayáis tras ellos»
- Lunes de la 33ª Semana del T. Ordinario (Lucas 18, 35-43)
«Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron: ‘Pasa Jesús el Nazareno’. Entonces empezó a gritar: ‘¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!’»
- Martes de la 33ª Semana del T. Ordinario (Lucas 19, 1-10)
«Entró Jesús en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura»
- Miércoles de la 33ª Semana del T. Ordinario (Lucas 19, 11-28)
«Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles: ‘Negociad mientras vuelvo’»
- Jueves de la 33ª Semana del T. Ordinario (Lucas 19, 41-44)
«Al acercarse Jesús y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía: ‘¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos’»
- Viernes de la 33ª Semana del T. Ordinario (Lucas 19, 45-48)
«Entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: ‘Escrito está: Mi casa será casa de oración’; pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos»
- Sábado de la 33ª Semana del T. Ordinario (Lucas 20, 27-40)
«Se acercaron a Jesús algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: ‘Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano’»
34ª SEMANA DEL T. ORDINARIO
- Domingo de la 34ª Semana del T. Ordinario – Jesucristo, Rey del Universo – Ciclo A (Mateo 25, 31-46)
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda»
- Domingo de la 34ª Semana del T. Ordinario – Jesucristo, Rey del Universo – Ciclo B (Juan 18, 33b-37)
«Jesús le contestó: ‘Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí’. Pilato le dijo: ‘Entonces, ¿tú eres rey?’. Jesús le contestó: ‘Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad’»
- Domingo de la 34ª Semana del T. Ordinario – Jesucristo, Rey del Universo – Ciclo C (Lucas 23, 35-43)
«Los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo: ‘A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido’. Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: ‘Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo’»
- Lunes de la 34ª Semana del T. Ordinario (Lucas 21, 1-4)
«Vio Jesús a unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo: ‘En verdad os digo que esa pobre viuda ha echado más que todos’»
- Martes de la 34ª Semana del T. Ordinario (Lucas 21, 5-11)
«Como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: ‘Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida’»
- Miércoles de la 34ª Semana del T. Ordinario (Lucas 21, 12-19)
«Dijo Jesús a sus discípulos: ‘Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre’»
- Jueves de la 34ª Semana del T. Ordinario (Lucas 21, 20-28)
«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas. Verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación»
- Viernes de la 34ª Semana del T. Ordinario (Lucas 21, 29-33)
«Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano. Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios»
- Sábado de la 34ª Semana del T. Ordinario (Lucas 21, 34-36)
«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones y se os eche encima de repente aquel día. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis manteneros en pie ante el Hijo del hombre»