Día 11 – María, Madre de esperanza

31 días con María

Estas meditaciones están disponibles en el libro MARÍA, SIEMPRE CONTIGO. 31 días con la Madre de Jesús, publicado íntegramente en color.

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TEXTO BÍBLICO

«Dichoso el que espera en el Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él; que mantiene su fidelidad perpetuamente» (Salmo 145, 3.5-6)

REFLEXIÓN Y PREGUNTA

María es Madre de esperanza. Y, sin duda, el momento que mejor nos habla de la esperanza de María es la pasión y muerte de su Hijo Jesús. ¿Cómo pudo María vivir esos momentos tan terriblemente duros: ver al fruto de sus entrañas colgado de una cruz, tenerlo muerto en sus brazos y depositarlo después en un frío sepulcro? La respuesta está aquí: María no es una mujer vacía, desesperada. En su mente puede haber oscuridad y en todo su ser sufrimiento extremo, pero en su alma y en su corazón hay una luz encendida. Ella cree de verdad esas palabras que exclamó en el Magníficat: ‘el Poderoso hace proezas con su brazo, se acuerda de su santa alianza según lo había prometido’. Ella tiene esperanza plena porque confía en Dios, se fía de Dios. Sabe que Dios es fiel y cumple su palabra de vida. Ella confía ciegamente en la fidelidad y el amor de Dios.

¿Mantienes tú la esperanza incluso en los momentos más duros? ¿Te fías ciegamente de Dios?

ORACIÓN

María, Madre mía, tú te fiaste siempre de Dios, y lo hiciste en el anuncio del ángel y en ese estar al pie de la cruz junto a tu Hijo. Es esa confianza en el Dios que todo lo puede, en el Dios que es fiel, la fuente de tu esperanza. Hoy te pido que me ayudes a fiarme más y más de Dios y a llenarme de la esperanza que brota de Él.

"FLOR" (COMPROMISO)

Hoy quiero traerte, Madre, la flor de mi confianza en Dios, la flor de mi esperanza; ayúdame a superar el pesimismo y la desesperanza. Que aprenda de ti, María, a confiar en Dios, a esperar siempre en Él.

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