Día 1 – María, Madre de Dios

31 días con María

Estas meditaciones están disponibles en el libro MARÍA, SIEMPRE CONTIGO. 31 días con la Madre de Jesús, publicado íntegramente en color.

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TEXTO BÍBLICO

«Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?» (Lucas 1, 41-43).

REFLEXIÓN Y PREGUNTA

En el año 431, 200 obispos de todo el mundo se congregaron en Éfeso –la ciudad donde se cree que la Virgen pasó sus últimos años– e iluminados por el Espíritu Santo declararon esta verdad de fe: “La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios”. Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: «Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén». No hay duda: si Jesús es verdaderamente Dios, y María es madre de Jesús, María es también propiamente Madre de Dios. ¡Qué maravilla y qué locura que Dios, el todopoderoso, el creador de todo cuanto existe, el eterno, haya querido encarnarse, entrar en nuestra historia, tener también una madre! Así es nuestro Dios: increíblemente grande e increíblemente cercano.

¿Te dejas tú conmover por este amor extremo de Dios?

ORACIÓN

María, Madre Dios, con tu sí generoso e incondicional, con tu fidelidad absoluta a la voluntad de Dios, hiciste posible que se realizara la obra más bella, más honda, más infinita, de todos los tiempos: la encarnación del Hijo de Dios. Por tu sí fuiste hecha Madre de Dios.

"FLOR" (COMPROMISO)

Hoy quiero traerte, Madre, la flor de mi devoción, de mi amor por ti. Porque sé que estando contigo, María, estoy con Jesús; sé bien que amándote a ti, mi amor por tu Hijo crecerá más y más.

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